Los 3 pilares del diseño en tatuajes

Los tatuajes son una forma de arte en constante evolución. Pero para llegar a buenos resultados, no solo se trata de la creatividad y la originalidad de tu diseño, sino también de tu habilidad y técnica como tatuador.

Cada tatuaje es una obra de arte única, que requiere una combinación de habilidades artísticas, técnicas y metodológicas para crear un resultado satisfactorio tanto para el cliente como para el tatuador.

En esta publicación, hablaremos sobre los tres pilares fundamentales del diseño en tatuajes: el dibujo, la metodología y la técnica. Exploraremos cada uno de estos pilares, su importancia y cómo influyen en la creación de un tatuaje de calidad.

Si eres un tatuador o un apasionado del mundo del tatuaje, sigue leyendo para conocer más.

El dibujo

Para saber tatuar debes saber dibujar.

Esta frase la repetimos muchas veces, pero es muy cierta. Si no sabes dominar los recursos del lápiz y papel, así como del dibujo en digital, es muy difícil que aprendas a diseñar tatuajes y, mucho menos, aprendas a diseñar tus propios tatuajes para lograr un estilo propio.

A su vez, hay estilos de tatuajes más complejos que requieren un gran conocimiento del dibujo, como es el tatuaje realista.

En este caso, cuando hablamos de dibujo, nos referimos a la habilidad para comprender la composición de la imagen de referencia y reproducirla de manera exacta sobre el papel.

En Realismo necesitas copiar las imágenes de manera perfecta, y para eso debes distinguir de qué se compone la imagen, dónde están las iluminaciones, las sombras y los contrastes.

Saber dibujar Realismo es algo que te puede demorar años y hay artistas que dicen que les toma toda la vida. Pero esto para nada debe desanimarte, al contrario, abordar el dibujo en el tatuaje realista es un gran desafío que si logras hacerlo con éxito, te llevará muy lejos en tu carrera profesional.

Y en este sentido, hay quienes dicen que dibujar con lápiz y papel es lo mejor porque eres totalmente libre para equivocarte y borrar las veces que necesites. Para dominar el tatuaje realista no tienes que pensar cómo tatuar el Realismo, sino cómo dibujar Realismo.

Pero el dibujo es igual de importante en todos los demás estilos. Un gran profesional en tatuajes es aquel que sabe dibujar sus propios diseños y no solo para poder destacarse, sino principalmente, para poder resolver ciertos problemas que pueden surgir a la hora de tatuar.

Es muy común que el stencil se borre o que, dependiendo del diseño, algunos trazos tengas que inventártelos sobre la piel a medida que tatúas y para eso debes estar totalmente capacitado y tener la mano entrenada.

Este entrenamiento te lo da el dibujo y por eso es tan importante en tatuajes.

La metodología

A grandes rasgos, podemos decir que la metodología es el conjunto de conocimientos que te lleva a conseguir un objetivo de manera estratégica.

Tener una buena metodología y tener un buen dominio del dibujo asegura el éxito en el tatuaje.

Pero esto no se aprende de un día para el otro, por el contrario, la metodología se forma a partir de tu experiencia como tatuador.

Es por esto que no podemos determinar una metodología “correcta” porque en cada caso se va a ver afectada por varios factores, como pueden ser el estilo, el diseño, la zona a tatuar, los materiales que necesites, la técnica que emplees, tus gustos y preferencias personales; es decir, un sin fin de cuestiones que conforman todo el trabajo de un tatuador.

Todos los pasos a seguir en el proceso del tatuaje son los que hacen a la metodología y debes llevarlos a cabo con extrema rigurosidad. Abajo te explicamos brevemente algunas cuestiones, no es necesario que las sigas siempre en este orden, pero ten en claro que todas son igual de importancia y si una falla, falla todo lo demás.

1- Distinguir el tipo de piel del cliente.

Parte del trabajo metodológico es estudiar el tipo de piel, porque las tintas se comportan de maneras muy diferentes en cada cliente. Existen pieles más claras, más oscuras, más laxas o más duras que van a modificar de forma directa tu manera de trabajar.

Como te comentábamos en la nota ¿Cómo se comportan las tintas en las distintas pieles? la respuesta de los pigmentos en cada una de ellas va a ser completamente diferente a si se trata de pieles oscuras o de pieles claras. Los colores no van a responder de la misma manera y es por esto que debes tener en cuenta algunos conocimientos básicos sobre colorimetría.

Por otro lado, si se trata de pieles más duras, las agujas no logran penetrar fácilmente y debes emplear otra técnica para lograrlo. Es algo que demora mucho tiempo aprender, pero sobre todo mucha práctica.

2- Cuidados.

Como siempre decimos, la hidratación es todo. Déjale en claro al cliente que debe usar cremas neutras sin perfumes, como puede ser la Nivea clásica u otras similares, y tomar muchísima agua.

Pero de nada sirve que haga esto 24 hs antes de la sesión, por el contrario, es importante que tome estos recaudos varios días antes. Y como sabemos que son muy pocos los clientes que nos hacen caso, hazle llegar un recordatorio para evitar futuros inconvenientes.

Por otro lado, un buen tip es indicarle al cliente que no se afeite la zona a tatuar por al menos una semana antes de la sesión. Esto evitará que al momento de que lo rasures, la piel se irrite o que los poros se abran por demás.

Y por supuesto, no consumir alcohol ni drogas, antes de tatuarse y comer y dormir muy bien.

3- Relación con el cliente.

Tu objetivo es hacer que el cliente se sienta cómodo y en confianza contigo. Los nervios son muy normales, por eso es importante mantener un clima agradable y cálido.

Hay casos en los que el cliente se siente más a gusto estando en compañía de algún amigo o familiar y los invitan a tu estudio.

Pero en muchas ocasiones, dependiendo de la complejidad del tatuaje y del nivel de concentración que necesites, por más que suene antipático, es recomendable que el cliente no venga con acompañantes porque pueden distraerte y eso terminaría afectando al tatuaje.

Intenta charlar esto previamente para despejar cualquier duda y remarcar la importancia de tu trabajo.

Por otro lado, para sesiones muy largas y tatuajes complejos, es de mucha ayuda que el cliente tenga todo el día libre. Es importante que no haya un límite de horas para trabajar con comodidad y sin prisa, de lo contrario el estrés te podría jugar en contra.

El tatuaje es algo que el cliente va a llevar consigo para siempre, por eso es tan necesario que trabajes en un ambiente óptimo para hacerlo de la mejor manera posible.

Y por último, explícale cómo vas a llevar adelante el tatuaje y responde todas sus preguntas. Ante la más mínima señal de incomodidad, es mejor hablar y resolver las dudas. Mantener una buena relación tatuador-cliente es ultra importante y forma parte de la metodología. No debes descuidarla nunca.

4- Seguridad e higiene.

No hay una buena metodología sin una buena higiene. Todo buen profesional debe seguir los pasos de seguridad e higiene indispensables para el tatuaje. Recuerda que estás trabajando con la salud de tu cliente e incluso estás exponiendo la tuya al tatuar.

Tener una buena presencia, una mesa de trabajo organizada y todos los elementos esterilizados, no solo te aportará profesionalismo y seriedad, sino que, principalmente, estarás aplicando conciencia al tipo de trabajo que realices.

Pinchar el cuerpo de otra persona no es para nada algo menor, por eso debes estar completamente atento y bajo ningún punto de vista debes descuidad la higiene en ningún momento.

5- Curación.

Un buen profesional debe explicarle perfectamente al cliente cómo curar su tatuaje, pero sobre todo, por qué debe curárselo y seguir los pasos correctamente.

Este proceso es parte fundamental de la metodología, porque de él dependerá que el tatuaje finalmente quede muy bien o muy mal con el paso del tiempo. Además, debes recordarle al cliente que de ahora en adelante debe adquirir el hábito de cuidar su tatuaje sin excusas, de lo contrario, el diseño se podría perder, decolorar y deformar.

De esta manera podríamos seguir abordando temas y temas que le corresponden a la metodología y el post sería eterno. Lo importante es que recuerdes que cada estilo y cada diseño va a necesitar que lo abordes de maneras muy dispares, por eso no podemos hablar en términos universales.

Si tienes dudas, recuerda siempre que la metodología correcta es aquella que te da buenos resultados.

Y esto lo consigues a partir de tu experiencia, sin más. Así que, ¡practica!

La técnica.

La técnica se refiere a la forma en la que se aplica el tatuaje en la piel y cada una va a necesitar herramientas y habilidades puntuales.

Por ejemplo, la técnica de la acuarela se caracteriza por el uso de colores diluidos y difusos que se mezclan entre sí, mientras que la técnica del sombreado implica la creación de áreas oscuras y claras para dar la ilusión de profundidad y volumen.

Las técnicas de sombreado y líneas son algunas de las más comunes, pero como ya sabes no son las únicas.

Cada estilo de tatuajes, e incluso cada diseño, va a requerir el empleo de una o varias técnicas específicas. Por eso es tan primordial que te formes para desarrollar tus habilidades y dominarlas.

Pero no hay que confundir la técnica con el estilo, ya que son dos conceptos distintos aunque interrelacionados. Veamos en qué se diferencian:

1- Técnica.

La técnica incluye el dominio de las herramientas, el conocimiento de las diferentes agujas y su configuración, la aplicación de la tinta en la piel, el control de la presión y la velocidad, entre otros aspectos técnicos.

Cada técnica tiene sus propias características y requerimientos, como el trazo, el sombreado, el puntillismo, el realismo, el geométrico, etc. Y puedes especializarte en una o varias técnicas según tu enfoque y preferencias personales.

2- Estilo.

El estilo, en cambio, se refiere a la estética y temática general del diseño. Es el conjunto de características visuales que definen la apariencia del tatuaje.

Cada uno tiene sus propias características en cuanto a la elección de colores, líneas, sombreado, elementos iconográficos y motivos.

En resumen, la técnica se refiere a las habilidades y métodos específicos utilizados al momento de tatuar, mientras que el estilo se refiere a la estética y al diseño del tatuaje.

La técnica es el cómo se realiza el tatuaje, mientras que el estilo es el qué se representa en el diseño.

Hasta aquí con nuestra nota, recuerda que para diseñar tatuajes debes tener estos pilares muy presentes y saber que ninguno es más importante que el resto, sino que, por el contrario, debes hacer un equilibrio entre los tres.

Todo tatuador con experiencia sabe reconocer estos elementos y ponerlos en práctica casi de manera involuntaria. Por eso, tu camino es seguir aprendiendo para poder dominarlos sin problemas. Si quieres aprender más sobre el tatuaje, puedes hacerlo junto a nosotros. Entra aquí y aprende a tatuar como un profesional.