¿Cuánto se tarda en realizar un tatuaje?

Es muy posible que una de las preguntas más frecuentes de tus clientes sea ¿cuánto tiempo tardará en realizarse el diseño?

Este interrogante puede surgir por una cuestión organizativa, para saber la duración exacta a la que se tendrán que enfrentar al dolor, o solo por intriga… aunque nos atrevemos a decir que gana la opción del dolor 😆

El asunto es que, dedicándote al arte del tatuaje, te debes encargar de responder todas las inquietudes de quienes quieran atenderse contigo, de esta forma logras que se sientan en confianza y quieran volver a utilizar tus servicios.

¡La buena atención es la clave!

Es por ello que a continuación te expondremos toda la información que consideramos necesaria para que le compartas a tus clientes.

Factores que determinan la duración de un tatuaje

Desde ya podemos aclarar que no existe un tiempo mínimo ni un tiempo máximo establecido para la realización de un diseño, ya que su duración va a depender de varios factores que van desde lo técnico hasta lo físico.

1. El tamaño y la complejidad del diseño

Estas dos características son las más esenciales para determinar la duración de la sesión. ¿Y por qué las ponemos juntas? Porque dependen una de la otra. Es lógico decir que si realizas un tatuaje grande tardarás más que con uno pequeño, pero también sería prudente pensar que no es lo mismo un tatuaje grande y simple (con pocas líneas/relleno/sombreado) que uno pequeño y complejo. Entonces, te recomendamos que a la hora de deducir un tiempo aproximado, tengas en cuenta ambas variables a la vez.

2. El estilo

El estilo se relaciona profundamente con la complejidad del diseño. Cada estilo consta de diferentes niveles de detalle y dificultad.

Por ejemplo, el Dotwork y el Realismo se destacan por su arduo trabajo de realización, por lo que tardarás más tiempo en lograr el resultado final. El minimalismo o los micro-tatuajes se distinguen por su simpleza, lo que producirá que su extensión sea menor.

3. La ubicación elegida

Seguro hayas notado que existen zonas del cuerpo que son más sencillas para tatuar que otras: el brazo, los muslos y la pantorrilla. Mientras que partes como las costillas, el abdomen, el pecho cerca de la axila, detrás de la oreja y las rodillas, presentan una especial dificultad, ya sea por la elasticidad de la piel, la imponente presencia de huesos o el reducido espacio.

Estos últimos harán que tengas un cuidado más exhaustivo a la hora de tatuar, y, por lo tanto, ocupes más tiempo ¡Todo sea porque queden excelentes!

4. El dolor

No vamos a extendernos mucho porque este teme, pero, casi seguro que ya sabrás que hay partes del cuerpo que al tatuarlas se siente un dolor más acentuado. Esto se debe a varios factores, principalmente a las terminaciones nerviosas de la zona, a la cantidad de tejido graso y a la tolerancia al dolor.

En las zonas más dolorosas, puede que tu cliente te pida, cada cierta cantidad de tiempo, que le des un descanso para recuperarse y tomar valentía nuevamente, lo que causará que la duración de la sesión se vaya extendiendo.

5. El ritmo del profesional

Cada profesional tiene su ritmo de trabajo, de hecho, ya debes tener bien definido el tuyo. Este factor se decide a partir de la experiencia que hayas adquirido, de la necesidad de tomar descansos o tal vez, por una cuestión de comodidad y organización. La cosa es que esto afectará de forma directa al tiempo de realización. Con ello solo estamos recordándote que lo tengas en cuenta y no que te apures, ya que cada artista impone su propio ritmo según lo que mejor resultado le dé ¡y eso es lo importante!

Siempre recuérdale a tu cliente que lo que realmente vale es la calidad del resultado final, y no tanto lo que se tarde para ello.

Conclusión: Cada tatuaje es un mundo diferente

Es crucial que tengas en cuenta todos los factores nombrados a la hora de calcular un tiempo aproximado para brindarle a tus clientes ¡Claro que nunca será exacto! Pero es probable que tus cuentas se acerquen bastante.

Tatuarse es una práctica que suele generar muchas dudas, por lo tanto, como buen profesional, debes estar lo más informado posible para lograr transmitir tranquilidad y que se genere un ambiente ameno.

Dile a tu cliente que sea paciente, ¡lo bueno siempre tarda en llegar! 😉