Eliminación de Tatuajes: técnica láser

En algún momento de nuestras vidas hemos decidido hacernos ese tatuaje y quizás nos dimos cuenta de que no quedó muy estético, o tal vez el diseño que nos tatuamos al cabo de un tiempo nos aburrió o quizás estábamos demasiado enamorados y pensábamos que era una gran idea llevar ese nombre en la piel…

Pero ¿Qué hacer ahora? Aquí te contamos.

Existen varias técnicas para eliminar los tatuajes, como la cirugía, dermoabrasión o, la más común, la remoción por medio de la técnica láser.

Esta consiste en la realización de pequeños disparos de luz en frecuencias que pueden ir variando, que destruyen y disuelven el pigmento en partículas para luego poder ser expulsadas por el mismo cuerpo a través del drenaje linfático.

¿Por qué borrar un tatuaje?

En muchos casos se borran nombres de exparejas o diseños mal realizados, siendo los de aprendices los más comunes. Pero también puede influir que haya cansado el diseño o más bien, necesitar ir a consulta por cuestiones laborales.

A muchas personas se les niega el acceso a un empleo o se les pide que cubran las zonas donde tienen tatuajes y esto genera algunas complicaciones, por lo que muchas personas deciden recurrir a los centros de dermatología especializados en el tema para llevar a cabo el tratamiento.

Tintas y dificultades

Los tipos de tinta influyen mucho en el proceso. Contrariamente a lo que la gente suele pensar, las tintas negras definitivamente son más fáciles de quitar que otros colores como los rojos o verdes.

Y, cuanto más claros sean los pigmentos, más difícil se le hace al láser poder detectarlos y más lento será el proceso.

De hecho, en casos en donde se ha aplicado tinta blanca, es posible que se necesiten más sesiones de lo común y que no se logre removerla por completo. Cuanto más oscuras sean las tintas, más fácilmente van a poder ser captadas por el láser y más eficiente será el tratamiento.

Además, más allá de los colores, los tipos de tintas empleados determinan también el proceso, así como la reacción que tenga cada piel al láser. Las pieles más claras suelen tener una respuesta más rápida que pieles más morenas donde la pigmentación es mayor. Pero varía en cada persona, no hay una respuesta cerrada en esto.

Por su parte, si se trata tatuajes hechos hace muchos años o de tipo profesional, también interfiere en su dificultad para eliminarlos, puesto que en el primer caso la tinta ya se ha metido más profundamente por el paso del tiempo y lo mismo sucede en el segundo, donde las agujas utilizadas suelen ir más profundo que en el caso de los tatuajes amateurs, por ejemplo.

A cuanta mayor profundidad, más le cuesta al láser fragmentarlo.

Preguntas frecuentes

¿Cuántas sesiones son recomendables?

Por lo general, se piensa que en una sola sesión se lograría eliminar por completo el tatuaje, pero esto no es cierto. A primera vista, tras la primera sesión, parece haberse borrado por el efecto blanquecino que queda, pero luego el pigmento se reorganiza y vuelve a surgir el tatuaje.

Se empiezan a notar los cambios al cabo de unos días o semanas. En algunos casos, dependiendo de la complejidad del tatuaje o la cantidad de tinta empleada, puede suceder que haya zonas donde desde la primera sesión casi no se perciba más tinta o que se vaya borrando significativamente.

Pero la realidad es que es un proceso lento que requiere mucha paciencia y se recomienda un mínimo de 3 sesiones y puede extenderse hasta 15 o más incluso.

Es muy importante tener en cuenta que entre sesión y sesión se dejan pasar de 4 a 6 semanas, ya que es necesario que la piel se regenere y se recupere luego del estrés.

¿Es doloroso?

No es más doloroso que hacerse un tatuaje, pero sí puede ocasionar molestias, puesto que la tinta se encuentra en la capa más nerviosa de la piel, donde se producen los estímulos de calor, frío y dolor.

En caso de ser necesario, muchos estudios aplican anestesia local por medio de agujas o, dependiendo el umbral de dolor del paciente, también pueden optar por la aplicación de cremas anestésicas.

¿Afectan los tamaños y zonas?

En realidad se pueden eliminar tatuajes de cualquier zona del cuerpo, solo que hay que tener en cuenta que en algunas puede doler más o menos y esto es porque el grosor de la piel va variando, entonces, por ejemplo, si se trata de zonas más delicadas como el rostro o cerca de los párpados, es considerable disminuir intensidades y demorar un poco más.

¿Queda cicatriz o marcas?

En muchos casos la piel queda algo dañada y esperar que quede como antes del primer tatuaje es algo poco probable en la realidad, ya que en ambos casos se está generando una alteración en el tejido.

Rara vez la cicatrización genera los llamados queloides que son capas de piel encimadas que no se regeneran, simplemente se acumulan y en estos casos no se puede echar atrás ni aplicar tratamientos por encima.

Por otro lado, el láser al afectar a la melanina de la piel, dejando algunas secuelas tanto por causa de una hiperpigmentación (manchas oscuras) o hipopigmentación (pérdida de melanina o manchas claras).

Pero afortunadamente, suelen ser temporales y al cabo de unos meses la piel puede regenerarse y volver a su aspecto original casi por completo.

¿Puedo volver a tatuarme en la misma zona?

Sí, por lo general luego de varios meses de finalizada la última sesión, podría volver a tatuarse sin mayores inconvenientes, teniendo en cuenta que la piel no es la misma, ya que ha sufrido varios daños desde la realización del tatuaje hasta haber sido expuesta al láser.

En muchos casos, lo que se hace no es una remoción completa, sino que se borra de manera parcial para poder luego volver a tatuar sin que afecte demasiado al nuevo diseño. Sería más bien una técnica que ayude al cover up y además ahorraría algunas sesiones de eliminación.

¿Debo tener en cuenta cuidados especiales?

La respuesta es sí, definitivamente, aunque es necesario que consultes con tu dermatólogo. Muchas veces suele suceder que por no seguir las recomendaciones se generan daños en la piel. Por eso se recomienda no exponerse al sol y cuidar la piel como una herida.

Con paciencia, borrar un tatuaje es posible

Si deseas eliminar un tatuaje debes saber que el proceso no es inmediato y que necesitas de mucha paciencia y procurar llevar al pie de la letra los cuidados necesarios posteriores que tu dermatólogo te indique.

Afortunadamente, hoy en día la tecnología láser es muy segura y tiene excelentes resultados.

¿Te ha tocado tatuar alguna piel tratada con láser?

Ser consciente de todos los cuidados y precauciones que necesita un cliente según su caso puntual es fundamental para conseguir buenos resultados.

Por eso nuestros cursos de tatuaje profesional incluyen consejos de primera mano para evitar errores y mantener a tus clientes satisfechos.