Rasgos psicológicos de las personas tatuadas | 10 Masters

Las personas tatuadas, ¿tienen rasgos psicológicos distintos?

Mitos y verdades de esta creencia según la psicología

24 Mayo 2024

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La modificación del cuerpo en todas sus expresiones siempre ha sido tema de interés para la psicología.

Los tatuajes en esto juegan un papel muy importante, ya que, por muchas razones, a lo largo de los años se ha considerado a las personas tatuadas de una manera distinta a las demás.

Ya sea para catalogarlas como más extrovertidas o, por el contrario, más tímidas, cercanas a tribus urbanas, también asociando los distintos estilos de tatuajes con rasgos de personalidad particulares, pero siempre clasificando a las personas según lo que llevan tatuado en la piel.

Para ampliar más este debate, hemos decidido consultar con Rosalba Varaceta, una especialista en psicología, para que nos dé su opinión como profesional de la salud mental y despejar algunas dudas.

¿Qué es un rasgo de personalidad?

Un rasgo de personalidad se define como un conjunto de características, emociones y formas de pensar y actuar de un individuo. Son algo así como lo que predomina en cada persona y lo que los hace distinguirse.

Dentro del rasgo de la personalidad se incluyen también las cuestiones sociales que hacen al entorno de la persona y la construyen culturalmente, como lo ético, la moral y las creencias personales.

Algunos ejemplos de rasgos de la personalidad pueden ser humildad, honestidad, ambición, creatividad, persistencia, valentía, conformismo, impulsividad, distracción, orgullo, desmotivación, etc. Estos determinan la capacidad de las personas para enfrentarse a situaciones y adaptarse a las circunstancias.

Para bien o para mal, se les suele asignar a las personas con tatuajes determinadas características como: ser extrovertidos, tener vida social en abundancia, o la necesidad de sentirse único al querer destacarse por medio de los tatuajes ante otras personas que no los tienen.

Además, hasta hace no muchos años, se asociaba a las personas tatuadas con personalidades más rebeldes o combativas, pero hoy en día vemos que esto no es siempre así, de hecho, estas asociaciones parecen perder sentido cada vez más rápido.

Chica con tatuajes en el cuerpo tomando un café sentada en la cama. La personalidad de los tatuajes

Las personas tatuadas, ¿son distintas a otras?

En este punto, consultamos con el testimonio de la doctora Rosalba para despejar algunas dudas. ¿Es cierto que las personas tatuadas son psicológicamente distintas a quienes no llevan tatuajes? La doctora nos comenta que:

“En este caso podríamos afirmar que aquellas personas que coleccionan coches de lujo, o botellas de coca-cola, o barcos de papel tienen también rasgos psicológicos distintos, y no podemos afirmarlo literalmente. Aquí juega mucho la regulación psicológica de cada persona. Si, por ejemplo, es una persona cuya regulación es anómica, quizás en este caso primará el placer y la impulsividad por encima de otras cosas.

Si en caso contrario, es una persona con una regulación más socionómica, pues entonces, quizás se dejará llevar por la masa y hará cosas con el ánimo de ser aceptado por un grupo.

De lo que se trata, es de comprender el porqué cada persona de forma única actúa como actúa y hace lo que hace. Las generalizaciones muchas veces sirven para explicar algo sin contextualizar cada caso y esto puede ser perjudicial.”

Entonces, partiendo de esta base, podríamos deducir que, cuando una persona desarrolla un rasgo de personalidad y no otro, no dependería necesariamente de si tiene tatuajes o no. Los tatuajes no son los causantes de esto, sino que es algo que ya se encuentra impreso en la persona previamente.

Las personas con tatuajes, ¿son adictas a las tintas?

Tintas para tatuar. La adicción a la tinta de tatuaje

Se dice que una vez que se empieza a hacerse tatuajes, no se puede parar, generando una especie de adicción a las tintas, pero muchos refutan esto, al exponer que, en realidad, lo que existen son personalidades adictivas que pueden expresarse en el acto de realizarse tatuajes, pero bien también podrían expresarse de manera distinta.

Según la doctora

Aquí nos encontramos nuevamente con la regulación psicológica de la persona que se tatúa. Si mi regulación, como ya lo dije antes, es anómica, pues en este caso primará el placer y el deseo por encima de otra y en este caso se cae fácilmente en comportamientos o conductas adictivas.

Si el tatuaje se hace desde una regulación autónoma, con criterio propio, responsabilidad y concienciación, no tiene por qué ser así.”

Según la Organización Mundial de la Salud, una adicción se define como una enfermedad que genera una dependencia física y emocional ante una sustancia, actividad o relación, en donde se ponen en juego varios factores de la personalidad y los entornos sociales y culturales.

Pero podríamos abordar el tema de las supuestas adicciones a los tatuajes con la experiencia del dolor. Hay muchos que deciden tatuarse por el afán de pasar por el dolor que les producen las agujas.

Y la razón está en que pincharse la piel produce una liberación de adrenalina y endorfinas, que pueden confundirse con una especie de placer encontrado en el dolor.

Es también por ello que muchos pueden mezclar el efecto de las adicciones con hacerse tatuajes, porque ante el dolor, el cerebro libera estos químicos para defenderse naturalmente, de la misma manera que haría ante el uso de sustancias.

Pero de ninguna manera los tatuajes por sí solos podrían producir una adicción, ya que, el cuerpo no se vuelve dependiente a ellos como sí lo hace con las sustancias.

Lo distintivo no reside solo en los tatuajes

la adicción a las tintas de tatuar. La psicología y el tatuaje

Para cerrar, quisiéramos aclarar que hoy en día ningún estudio psicológico puede determinar a ciencia exacta que las personas tatuadas tengan rasgos psicológicos distintos solo por el hecho de tener tatuajes.

La clasificación de las personas en grupos de comportamientos sociales y culturales, se define por otros aspectos y no por los tatuajes.

Aunque es cierto que hay culturas que tienen a los tatuajes como identidad, esto no tendría relación directa o cerrada con las cuestiones psicológicas.

De la misma manera, al menos podemos decir que no es tan cierto que la adicción a los tatuajes recaiga solo en el acto de ser pinchado, sino que la mayoría de los estudios apuntan a centrar el foco en los rasgos psicológicos que la persona puede presentar previamente sin que esto tenga relación con los tatuajes.

Desde hace tiempo que la forma de considerar a los tatuajes ha cambiado, haciendo que hoy en día sea muy normal llevarlos.

Los tatuajes parecen no ser la causa principal de las facetas de las personas, sino que por medio de ellos, la persona expresa tal o cual sentimiento o parte de su personalidad, lo cual es muy distinto.

Por eso, si creías que las personas tatuadas son psicológicamente distintas, pues, podrías estar frente, al menos, una duda.

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