Los tatuajes remontan sus orígenes desde hace miles de años atrás en la historia y han sido muy significativos para la cultura humana.
Atravesando distintas épocas y comunidades, pareciera ser que los tatuajes, de alguna manera y por distintos motivos, siempre estuvieron presentes. Desde tribus originarias hasta las monarquías, han trascendido todas las fronteras.
A lo largo de la historia real, existieron ciertos miembros muy poderosos que tenían tatuajes a pesar de todo estigma o carga social.
Y esto ha sido, para muchos, un avance, y para otros, una ofensa total a sus tradiciones y protocolos.
¿Quieres saber más? Aquí te contamos.
Familias reales con tatuajes
Acceder a datos históricos de los primeros pertenecientes a la realeza con tatuajes es un poco complicado, pero de donde se puede obtener más información es quizás de las familias europeas, especialmente empezando por Inglaterra.
En el siglo XIX, el Rey Eduardo VII, hijo de la Reina Victoria, quien se mantuvo en el cargo por 63 años, llevaba un tatuaje muy simbólico y de carácter religioso
Para esos momentos era muy común que los príncipes realizaran viajes de largos períodos recorriendo costas de los continentes vecinos.
En uno de los viajes a Tierra Santa en Jerusalén, el Rey Eduardo decidió tatuarse la cruz de Jerusalén en honor a su fe cristiana.
Incluso sus hijos, los nietos de la Reina Victoria, también siguieron la línea de su padre y se puede saber que los jóvenes príncipes se tatuaron con maestros Japoneses.
Uno de ellos, el príncipe Jorge, tenía tatuado un tigre blanco en uno de sus brazos y un dragón azul y rojo en el otro que, según dicen, simbolizaban la unión cultural entre el este y el oeste.
Pero el tatuaje de la cruz de Jerusalén se fue popularizando hasta que muchos miembros de la realeza empezaron a tatuársela.
Además, como te contamos en la nota 8 Personajes históricos que llevaban Tatuajes, personajes como Isabel de Barviera, más conocida como Sissi Emperatriz, o el Zar Nicolas II, el último emperador de Rusia, se habían tatuado por diferentes razones: la princesa se hizo un ancla por su amor al mar, y el emperador un dragón en su brazo derecho.
Por otro lado, un poco más lejos en la historia podemos encontrar a una figura como el Rey Harold II de Inglaterra, quien tenía tatuado en el pecho “Edith” e “Inglaterra”, en honor a sus dos amores más grandes: su mujer y su patria. ¡Y esto en el año 1066!
Luego, también en el siglo XIX, el archiduque Francisco Fernando de Austria, Franz Ferdinand por su traducción en alemán, llevaba una serpiente en su cadera derecha simbolizando la buena fortuna.
Y así podríamos seguir la lista de figuras muy importantes para la realeza europea que han tenido tatuajes muy extravagantes y osados para esas épocas y para el tipo de clase social a la que pertenecían.
Tatuajes en la realeza moderna
Si bien, en las familias reales hoy día no existe una prohibición para tatuajes o piercings, para algunos miembros de la realeza no son bien vistos y es preferible que se oculten. Sin embargo, a los más jóvenes parece no importarles demasiado esto y decidieron tatuarse igual.
Como por ejemplo en las monarquías nórdicas, que se han destacado siempre por tener mentalidades más abiertas. Un ejemplo es Sofía de Suecia, que lleva no uno, sino varios tatuajes en su cuerpo y los muestra con total libertad.
O el caso de Federico de Dinamarca, quien tiene un tatuaje de una ballena en su pierna derecha y solo lo muestra en verano o cuando utiliza pantalones cortos.
Pero la familia Grimaldi de Mónaco, redoblan la apuesta, siendo la familia real con más tatuajes: Estefanía, dos de sus hijos, y Andrea, el hijo de la princesa Carolina de Mónaco.
A su vez, en España, la familia de Borbón siguen la línea de Juan de Borbon, quien tenía unos llamativos tatuajes en sus brazos y pecho, con estilo de tatuajes marineros. Pues, él, en su juventud, había sido parte de la marina y en esos momentos era muy común que parte de los navegantes tengan este estilo de tatuajes.
Su bisnieta, Victoria Federica, no dudó en hacerse un tatuaje al igual que su bisabuelo y ahora luce un pequeño diseño en una de sus muñecas.
En contra partida, la casa Windsor pareciera ser una de las familias más al margen de los tatuajes. Quienes han estado más cerca de un diseño son Camila, Kate y Meghan quienes se animaron a llevar tatuajes de henna por motivo de algún viaje y por tradición.
Pero la primera en tatuarse (y por el momento la única) es Lady Amelia Windsor, quien lleva un tigre en su espalda y un pequeño diseño en una de sus costillas.
Tintas para todas las clases sociales
Como hemos visto, los tatuajes no parecen ser exclusivamente de un grupo social como se creía hasta no hace mucho tiempo. Por el contrario, podemos determinar que los tatuajes han traspasado las cuestiones de clase y desde hace muchos siglos que las familias reales, en mayor o menor medida, los han sabido adoptar a lo largo del tiempo.
Así que, cuando escuches que los tatuajes no son para todas las personas, pregúntate ¿esto es realmente cierto? Nosotros creemos que la respuesta es no.