Anestesia en los tatuajes, ¿un método seguro?
Una solución para tatuar sin dolor
30 Mayo 2024
Realizar un tatuaje puede ser muy lindo pero también muy doloroso.
Hay zonas del cuerpo con más terminaciones nerviosas que otras que las hacen más sensibles a las agujas y a los pinchazos.
Sin embargo, el umbral de dolor varía en cada persona y hay quienes no lo toleran demasiado.
Para estos casos, muchos optan por métodos anestésicos que reducen el dolor, como por ejemplo cremas de uso superficial. Pero hay mucho debate al respecto y algunos opinan que no es lo mejor.
Por un lado, existen tatuadores que simplemente les da igual usar anestesia para que la persona no sufra, pero, por el contrario, hay quienes opinan que el dolor es parte del “ritual” de los tatuajes y es el “precio a pagar” por inyectar tinta en la piel.
Lo cierto es que muchas personas realmente no toleran los dolores y hasta puede producirles desmayos. Para evitarlo te contamos algunos métodos.
Productos con anestesia para tatuajes
Las cremas con anestesia son bastante comunes entre los tatuadores, puesto que son las que se pueden aplicar de forma legal y su venta es bajo prescripción médica.
Pero hay que tener extremo cuidado siempre que se trate de analgésicos, anestésicos o cualquier tipo de químicos o medicamentos.
No todas las cremas se encuentran homologadas, es decir, verificadas por expertos para poder ser comercializadas bajo el consentimiento de una institución que las avale. Y este punto es fundamental.
Existen en el mercado varias opciones, como por ejemplo la marca Emla o TKTX, pero que en algunos lugares no están permitidas para su venta.
Pero despejemos algunas dudas.
¿Cuándo es recomendable usar estas cremas?
Estos productos, como hemos mencionado antes, deben usarse bajo prescripción médica. Sus usos dependen de la tolerancia de tu cliente al tatuarse, pero es recomendable que, luego de la consulta médica, se utilicen en casos realmente intolerables.
Como te comentábamos aquí Despejando dudas, ¿dónde duele más tatuarse? hay zonas del cuerpo que, por su alto grado de terminaciones nerviosas, son más sensibles al dolor.
De esta manera, en rasgos generales podemos decir que el dolor no solo depende de la persona, sino también de la zona a tatuar. Por eso, el uso de anestesia para estos casos puede ser muy bueno.
A su vez, también hay estilos de tatuajes que son más invasivos en la piel y generan mucho más daño.
Aquí, los tipos de agujas, voltajes y cantidad de pasadas sobre una misma zona pueden hacer que el cliente sienta más dolor que el normal.
Por ejemplo, en el tatuaje realista, y más cuando se trata de Realismo a color, se suele lastimar mucho la piel porque necesitas hacer varias pasadas, una encima de la otra, para lograr un buen resultado.
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¿Cómo aplicarlas?
En el caso de las homologadas, es necesario seguir al pie de la letra las indicaciones de cada una y siempre leer siempre el prospecto.
Por lo general se utiliza 1 g por cada 1 centímetro de superficie corporal y se debe aplicar una capa bien gruesa de crema para que realmente logre su efecto.
El modo de aplicación de estas cremas puede variar según lo indique cada una, pero es recomendable lavar bien toda la zona, preferentemente con agua caliente, afeitar y luego poner la crema en una capa no menor a 2 mm y cubrir con film transparente durante una hora.
De esta manera nos aseguraremos de que el medicamento pueda introducirse bien en los poros.
¿Son seguras?
Aunque es poco frecuente, algunas pomadas pueden producir reacciones alérgicas, por lo que es conveniente consultar con algún experto antes de usarlas.
Por su parte, los niveles de lidocaína (fármaco anestésico local) que contienen son algo altos (alrededor de un 5% por pomada) y por eso pueden ser peligrosos en casos donde no se aplique correctamente o se aplique de manera excesiva.
En situaciones muy extrañas, pero posibles, puede producirse lo que se llama metahemoglobinemia, un trastorno por el cual los glóbulos rojos pierden la capacidad de transportar oxígeno correctamente hasta los tejidos, produciendo un tono azulado en la piel, sensación de irritabilidad, ansiedad o incluso falta de aire.
¿Pueden afectar al tatuaje?
Las pomadas contienen anticoagulantes. Por un lado, tienen vasodilatadores, para que ingrese la lidocaína de manera más eficiente en los poros de la piel. Pero también tienen vasoconstrictores, para evitar la irrigación de sangre.
Al no tener una correcta circulación, el proceso de inyección de la tinta puede no ser tan efectivo y no curar de la misma manera. La piel suele ponerse más dura, tensa, y no estar tan flexible ni sangrar de la misma manera.
Además, si estás tatuando y provocas una herida, al no sangrar demasiado, no puedes saber bien si estás o no produciendo un daño en la piel.
Por último, hay personas a las que les dura más o menos el efecto, entre 4 horas o 30 minutos… Es algo muy relativo.
En caso de que la tolerancia al producto sea baja, puede suceder que, en un primer momento, se tolere el dolor por las agujas, pero cuando pasa el efecto de la anestesia, puede que se haga difícil terminar la sesión, ya que el dolor puede ir de 0 a 100 en cuestión de minutos, lo que cambia la percepción del dolor.
Es por esto que muchos tatuadores prefieren no utilizarlas y trabajar con un dolor natural y progresivo. Y también hay tatuadores que simplemente no les gusta el tacto de la piel con estas cremas y prefieren no utilizarlas.
De todas maneras, siempre es recomendable charlar con el cliente y lograr un punto en común, en definitiva se trata del cuerpo de otra persona y es importante respetar las decisiones personales siempre que se tenga una rigurosa información y aval médico.
El artista que usó anestesia general para tatuarse
Aunque parezca una locura, esto es algo cierto. Se trata del uso de una anestesia general de la misma manera que sucede en la previa a una cirugía.
Esto es algo muy nuevo, del cual no se sabe mucho al respecto, pero al tratarse de anestesia inyectable y adormecimiento total, bajo ningún punto de vista lo puede realizar un tatuador. ¡Es necesario contar con todo un equipo de médicos especializados y matriculados!
El costo del procedimiento es altísimo: ronda los 40.000 dólares o más.
¿El beneficio? La persona puede permanecer en un coma inducido durante muchas horas sin moverse ni sentir nada y con esto se aprovecharía al máximo la sesión. Además, no hay alteraciones en la sangre, puesto que irriga bien y no afecta al resultado ni a la cicatrización.
El tatuador Joaquín Ganga, conocido como Ganga Tattoo, ha sido el primer en dar a conocer este procedimiento, siendo el famoso cantante Post Malone, cliente elegido para llevarlo a cabo.
Su estudio trabaja codo a codo con un equipo de profesionales, médicos y tatuadores que trabajan a la par en la misma sesión, pudiendo realizar varios tatuajes a la vez y acelerar el proceso con un diseño muy grande.
La sesión se realizó en una clínica privada de Los Ángeles y, además de contar con los artistas tatuadores, también se aprovechó el momento para realizar un procedimiento odontológico.
La sesión tuvo una duración total de 7 horas en donde se le pudieron hacer 4 tatuajes.
Sin dudas esto es algo que es muy reciente, por lo cual no podemos determinar a ciencia exacta qué beneficios o contras podemos encontrar en ello.
Se trata de un procedimiento disponible para algunos pocos que estén dispuestos a pagar, y remarcamos que es necesario contar con un equipo de especialistas, puesto que se trata de un procedimiento médico muy peligroso y delicado.
¿Entonces cuál es la mejor opción para tatuar sin dolor?
Como te hemos adelantado al principio, hay quienes creen que para tatuar hay que atravesar el dolor, sea en la zona del cuerpo que sea. Y para ellos, “si quieres algo, debes ganártelo”.
Como te contábamos en el post Brutal Black Project: cuando el dolor es protagonista, hay personas que de hecho toman esto y lo llevan al extremo, y se dedican a hacer que los tatuajes realmente duela, ¡y mucho!
Pero para quienes no están dispuestos a atravesar semejante brutalidad, hay múltiples métodos para reducir el dolor, sobre todo para personas con umbral de dolor alto.
Pero recuerda que no en todos los países se consiguen las mismas cremas o productos con anestesia, puesto que se consideran ilegales para su venta al público. Consulta previamente las mejores opciones disponibles en tu región.
Estamos lejos de comercializar un procedimiento de anestesia general, y quizás no sea lo más recomendable.
Pero si tu cliente cree que la mejor opción es usar crema anestésica, debes advertirle sobre sus posibles contraindicaciones.
¡Tener una buena comunicación es fundamental!
Si todavía hay dudas, recomiéndale un especialista. Ya sea un dermatólogo, para descartar posibles alergias, o un médico clínico, para evitar futuras complicaciones y poder adquirir el producto.
Y tú, ¿usarías anestesia en tus clientes?